En circunstancias en que la República trataba de reestructurar sus bases, trastocadas por veinte años de sangre y de barbarie, el 2 de diciembre de 1861, nacía en el pueblo de Exaltación de la Cruz, un ciudadano que con el tiempo, habría de ocupar un plano de excepción en el panorama político de su época.
Don Zenón Casco y doña Margarita Cano, respetables y acaudalados vecinos de este partido, fueron sus padres. Las primeras incursiones en las letras, las hizo en este, su pueblo natal, pero ya a los nueve años de edad fue enviado a Buenos Aires, a aumentar y perfeccionar su instrucción. Cumplidos veinte años apenas, debió retornar al solar nativo por así reclamarlo sus padres; de una simpatía innata, figura atrayente, siempre dispuesto a tender su mano generosa al amigo necesitado, el joven Mateo vislumbró en la penumbra de una época azarosa, el camino de su vocación: el de la política.

Hallándose al frente de la Comuna aquel grande hombre público que se llamó don José Serapio Sosa, Mateo S. Casco ocupa el cargo de Secretario Municipal, su primer puesto en la administración pública, en el año 1884. De férrea voluntad y poseedor de un espíritu que no se doblegaba ante la adversidad, abrió pronto amplio camino en el panorama político local, llegando en breve carrera a ser jefe absoluto del Partido Conservador, luego de actuar en .el Partido Rochista, Achavalista, Unión Provincial y Partidos Unidos, todos estos, partidos que dieron origen al Conservador.
• Luego de ser designado Juez de Paz del Partido, obtiene su primer cargo electivo correo Presidente del H. Concejo Deliberante, siendo electo más tarde Intendente Municipal de Exaltación de la Cruz, cargo éste que ocupó en sucesivos periodos. La Cámara de Diputados de la Provincia, a partir de 1901, lo contó entre sus miembros en repetidas oportunidades. ocupando cargos de jerarquía y presentando múltiples proyectos. muchos de los cuales fueron aprobados.

• En su gobierno municipal, Mateo S. Casco realizó numerosas obras que beneficiaron notablemente a la localidad, entre ellas: La modernización de la actual Casa Municipal; la creación de la desaparecida Escuela Normal Elemental en 1915, en cuyo seno se educó una generación de nuestros maestros; el embellecimiento del Templo Parroquial, al cual 1e construyó la actual escalinata de mármol, quitándole la antigua verja que lo afeaba; etc.
• Como diputado provincial, fue autor de los proyectos de ley por los cuales se crearon los partidos de Caseros y Gral. Madariaga y otro por medio del cual se modificó la demarcación de límites con el partido de Campana, restituyendo al nuestro aproximadamente 180 kms. de extensión, que se consideraban perdidos. También por inici3tiva suya, se aprobó la ley que faculta a los Jueces de Paz, en ciertos casos, a conceder a los menores venia supletoria para contraer matrimonio.
• La vida pública de don Mateo S. Casco fue múltiple y fecunda y marcó una época en la política lugareña. Alejado de la escena política a la cual había consagrado la mayor parte de su vida, el 17 de agosto de 1924, falleció en la ciudad de Buenos Aires en la mayor indigencia.
• Según manifestación de sus amigos: en el momento de morir todo su capital ascendía a la suma de 10.- pesos.
• Por rara paradoja, mientras la clepsidra de su vida se detenía para siempre, en este, pueblo de sus luchas y afanes, al que el consenso popular designaba irónicamente con el nombre de cierta región itálica seguida de un diminutivo, las campanas del Templo, elevaban su canto de bronca sobre el tumulto y las pasiones que arrastraban a las conciencias al caos y a la anarquía política.
• Por gestión de don Esteban Urcelay y un grupo de sus amigos, los restos de Mateo S. Casco descansan hoy en E cementerio de Capilla del Señor y una de sus calles lleva el nombre del desaparecido hombre público, nombre ligad para siempre a la historia política local.

Fuente: Gran Anuario de Exaltación de la Cruz – Año 1995